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domingo, 2 de septiembre de 2018

Laponia finlandesa.

Desde niña siempre he desarrollado un amor a veces incomprensible por la nieve, por frío, por las estampas navideñas. Es por eso que el viaje del que ahora les hablo ha sido hasta la fecha uno de los más mágicos de cuantos he hecho.

No podría decir que es un viaje barato, pero si se planea con tiempo puede resultar igual que cualquier otro. Nosotros (no es un viaje para hacer sola) salimos desde Tenerife con dirección a Gatwick, y después de unas horas en la ciudad británica muy bien aprovechadas, salimos dirección Rovaniemi con la compañía Norwegian.


Aún no había aterrizado y ya llevaba una sonrisa que no se me borró en todo el viaje. Desde el cielo ya podía ver la nieve, poca según ellos, y una vez en tierra llegamos al mismísimo aeropuerto de el Señor Santa Claus y las maletas nos las entregan casi que sus Elfos. ¿Se imaginan nuestras caras? 



Para alojarnos en Rovaniemi elegimos una casa de airbnb centríca, perfectamente acondicionada y a la que no le faltaba detalle. Lapland Quality City Apartment Rovaniemi. Desde el aeropuerto en taxi, unos 10 minutos, 20€.  La casera nos estaba esperando para darnos las instrucciones básicas, la primera y más importante quitarse las botas y el abrigo al entrar. Sin problema. 
Dejamos el equipaje, nos añadimos alguna capa de ropa y salimos como quien no tiene un mañana a la visita de la casa de Papa Noel, la Santa Claus Village. Es posible que te plantees una visita organizada para ir a la casa pero desde ya te digo que la entrada es libre. Puedes acceder a todo el recinto y no hay que pagar en ningún lugar. .Muchas de esas excursiones te dan como reclamo un paseo en trineo, pero es muy corto, y como casi seguro vas a contratar la excursión específica de paseo en trineo de Renos, esta te la puedes ahorrar. 
Lo que nosotros no perdonamos fue ir a ver al propio Santa, lo de visitar su casa estaba bien, pero queríamos ponernos frente a él, la excusa, entregarle las cartas que nos habían dado, pero la realidad es que hubiéramos ido de todas forma. Es una visita que no te puedes perder. Aún creyendo que sabes cual es la verdad, tu niño interior lo vive con tanta ilusión que hasta te hace dudar.  


Otra de las cosas para las que puedes aprovechar tu visita a Santa Claus Village es para hacer felices a algunos de los niños y niñas que conoces. ¿Te imaginas su cara cuando les llega una carta escrita por el mismísimo Papá Noel? Yo me lo curré un poco, las llevé escritas con cosas relacionadas con sus vidas y decoradas, pero si sólo quieres tener un detalle puedes comprar allí mismo una postal, ponerle el sello y decidir a cual buzón la echas. Uno para entregas inmediatas y otro para entregas en Navidad. Todo es pura magia.


Con tantas emociones se nos había abierto el apetito, así que era el momento de probar algo típico. ¿Por ejemplo? Una hamburguesa de carne de Reno. ¡¡Deliciosa!! El plato de la foto, suficiente para quedarte bien,  unos 20€ .


Esa noche (aunque eran las 5 de la tarde) había en la calle unos -20º, así que nos metimos en casa y ya no volvimos a salir, no habíamos dormido nada la noche anterior en Londres  y ya era el momento de recargar pilas y estar listos para todas las emociones que aún nos quedaban por vivir.

Al día siguiente fuimos al Zoo Ranua, una forma de ver animales de la zona. Para ello utilizamos trasporte público el precio entre 12 y 17€ por trayecto, pero hacen descuento por comprar ida y vuelta y si lo haces con antelación por internet. Eskelisen Bus. El zoo está a unos 100 km de Rovannienmi, aproximadamente a una hora en bus. El Ranua Wildlife Park se abrió en el año 1983 y actualmente cuenta con aproximadamente 50 especies diferentes y más de 200 animales entre los que se encuentran osos polares, búhos, linces, lobos, alces o zorros árticos, todos ellos están en total libertad a lo largo y ancho de un bosque con una extensión de alrededor de 3 kilómetros. El ticket de entrada cuesta 17 € y el parque está abierto todos los días desde las 10 hasta las 16 horas (en invierno). No necesitas estar muchas horas allí para verlo, así que cuando pienses en el bus de retorno, si has ido temprano no cojas el último, incluso si decides quedarte a comer allí, te dará tiempo de todo perfectamente. 


Después de la visita al zoo había que hacer un poco de turismo urbano, algo así como visitar un par de bares y un restaurante para cenar. No estaba la calle para muchas fiestas, pero estando allí el frío también se disfruta.


 En un lugar como Finlandia, que las horas de luz son muy justas, si te llevas por la oscuridad a las 15:00h. ya te están entrando ganas de meterte en la cama. Esa noche decidimos darnos un homenaje gastronómico y haciendo caso a las recomendaciones de otros viajeros en TripAdvisor  fuimos a  Ravintola Roka Street Bistro  que nos atendió sin reserva. El sitio es bonito, cómodo y con una camarera muy amable, quizás demasiado, entre plato y plato hablaba tanto que el hambre volvía al punto inicial. No es un lugar para ir a comer todos los días, al menos no con nuestro presupuesto, o no con el mío, una botella de vino del normalito 90€, pero sabiendo eso y sabiendo también que tardaríamos bastante en volver a Rovanniemi y que esa era nuestra última noche allí, decidimos olvidarnos de los precios y disfrutar de los ricos manjares que nos ofrecía el menú degustación. Sopa ártica, estofado de Reno, Salmón, frutos rojos...  Eso si, no es un lugar apropiado para ir con prisa. Nos sentamos a las 19:00h y salimos a las 23:00h. ¡Una plácida locura! 






Un nuevo día y un nuevo destino. Otra vez haciendo uso del transporte público, nos fuimos a Inari. lugar que da nombre al lago en el que nos alojamos. Si, en el lago, literal, el dueño nos recogió en la parada y al mísmisimo lago nos llevó.. El lago Inari es el segundo lago de Finlandia en extensión, y el sexto de Europa. Está al norte del Círculo polar ártico, a 118 metros sobre el nivel del mar y con una extensión de 1.040.28 km. Normalmente permanece helado desde el mes de noviembre hasta comienzos de Junio. Dicen que desde el lago Inari es donde mejor se pueden ver las Auroras Boreales de toda Finlandia, así que sin dudarlo ese fue el lugar escogido, porque en nuestro lista de ilusiones, Aurora estaba en primer lugar.
Nuestra forma de alojarnos fue algo distinta. Un campamento base para compartir cocina, baños, duchas y una moto de nieve que cada noche se encargaba de dejar a cada cabina acristalada en medio del lago.  Lake Inari Mobile Cabins


Cada noche nos acostábamos con la ilusión de ver las Auroras Boreales, y cada día despertábamos con la alegría de que al menos despertábamos  en un lugar paradisiaco. 


Mientras nos alojamos en Lake Inari Mobile Cabins aprovechamos para mantener el contacto con la naturaleza  gélida a la que no estábamos acostumbrados, así que dando un largo paseo nos fuimos hasta  Siida,  el hogar del museo Sami y del centro Natural del Norte de Laponia. 


El museo no es demasiado grande, pero es muy interesante e interactivo. Tiene un pequeño restaurante en el que se puede comer, pero al salir y cruzar la calle hay otro con precios más razonables y algo más variado. 
Ya con la barriguita llena y antes de que se hiciera de noche, iniciamos el camino de vuelta al campamento.



Era la última noche en el Lago Inari, y teníamos la esperanza de que esa fuera la gran noche en la que al fin veríamos las Auroras, pero como algo había que hacer mientras esperábamos que ocurriera el milagro y que tampoco teníamos la posibilidad de hacer muy a menudo, nos entretuvimos dando forma a un amorfo muñeco de nieve.



Una vez terminada nuestra estancia en Inari, emprendimos el viaje a la que sería nuestra última parada, Saariselka. Ese fue el destino que escogimos para hacer las excursiones típicas y no por ello menos deseadas pero que no pueden faltar en un viaje de estas características. Renos, perros y motos de nieve. Hay muchos lugares que se dedican a este tipo de actividades, aunque la media de precio no varía mucho. Entre 90€ y 120€



No te preocupes por las bajas temperaturas ni por tal vez no tener ropa adecuada para la ocasión, todas las excursiones te facilitan lo necesario para que puedas disfrutar de estas pequeñas aventuras. Mono, casco, gorro, calcetines de lana, guantes...


El paseo en trineo es relajado y mágico. Por momentos te sientes parte de un cuento o de una película.



El aeropuerto más cercano es el de Ivalo, así que desde allí es fácil coger un vuelo con escala en Helsinki, y desde allí a cualquier destino internacional. 


Volveré...