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domingo, 4 de septiembre de 2016

Recorriendo México. Colima.


Colima es uno de los Estados más pequeños de México, y tal vez, uno de los menos conocidos a nivel internacional. Está formado por 10 municipios, cada uno con su encanto particular, Su capital recibe el mismo nombre: Colima. Otras localidades importantes son Manzanillo, Tecomán, Armería, Comala, Villa de Álvarez, Cuauhtémoc, Ixtlahuacán, Coquimatlán y Minatitlán

Se puede llegar por avión, por carretera y hasta por mar, usando para ello el puerto de Manzanillo, uno de los más importantes de la zona del Pacífico. Por avión, dos opciones, aeropuerto nacional Licenciado Miguel de la Madrid de Colima, muy cerca de la ciudad capital del estado, y al Aeropuerto Internacional Playa de Oro, situado en Manzanillo. Una de mis opciones preferidas, cuando dispongo de tiempo, es por carretera. Una vez realizado el control de acceso al país, tomo un taxi hasta la central camionera (allí a las guaguas las llaman camiones) de México Sur, siempre en taxis oficiales, de los que se compra el recorrido, dentro del propio aeropuerto. Una vez en la estación, la línea perfecta es ETN Turi Star Lujo. El precio unos 1200 pesos, 63€ aproximadamente. Duración unas 12 horas, que pueden parecer mucho, pero en estas guaguas, que nada tienen que ver con lo que conocemos, se va y se duerme de lujo. Si es por el día, se va disfrutando de una gran maravilla de paisajes a nuestro paso. Son amplias, con wifi, baño, mini cafetería autoservicio, con pantalla individual para música y películas, almohada, y con un recibimiento gastronómico para el viaje. De lo mejor que he visto en los autobuses de viajeros, de muchos países. Después de parada en Toluca y Guadalajara, llegamos a nuestro destino. Posiblemente nos reciba una ligera bofetada de calor, en Colima, la temperatura media es de 25º C. aunque con una humedad un poco más alta a la que estamos acostumbrados. Una vez allí coger un taxi es fácil, seguro y barato. La oferta hotelera es variada, pero para mí uno de los mejores por situación, calidad, precio, comodidad, servicio y trato, es el Hotel Misión Colima. No en vano su eslogan es “El Arte de la Hospitalidad” y siempre que me he alojado en algún hotel de su cadena,  su personal, lo lleva al pie de la letra.

Colima estado es un lugar muy completo, podría llamarlo como a alguna de nuestras islas, el pequeño continente. Podemos visitar el volcán de fuego o de Colima que se eleva entre 3870 y 3940m. Es difícil definirlo exactamente por su constante actividad. Está ubicado en el límite de los Estados de Colima y Jalisco.


Esta excursión nos permite pasar por el Pueblo Mágico de Comala. Entorno ideal para disfrutar de un lugar mimado por el tiempo, y en el que es obligatorio degustar un ponche de “cacahuate”, un rico pan dulce y un café mientras se escucha la música tradicional que suena en las múltiples propuestas gastronómicas que llegan desde los portales. Si puedes no te marches de allí sin probar  y comprar alguno de los muchos sabores de Ponche que se preparan.


Aunque sientas que en Colima es imposible pasar frío, para ir al volcán, mejor llevarse una rebequita y depende del año, abrigarse bien. No en vano está al lado del Nevado de Colima, y como su propio nombre indica…
Otro de las excursiones que más me gusta es la de perderme por la ciudad. Colima ofrece historia, arquitectura, gastronomía, y mucha vida cultural. La Secretaría de Cultura y la Universidad de Colima, programan de forma independiente, interesante, y muy variado. Algunos días hay tanta actividad que es difícil decidir a qué espectáculo se asiste. Lo que si no puede generar ninguna duda, es la visita al Teatro Hidalgo, inaugurado el 15 de septiembre de 1883. Coqueto, acogedor y muy bien llevado los últimos años.

Otra de las visitas obligadas que no puede uno dejar pasar, si están en temporada, es asistir a una de las presentaciones del Ballet Folclórico de la Universidad de Colima, en el Teatro Universitario.
Colima nos da la posibilidad de visitar varias zonas arqueológicas, El Chanal, La Campana y La Meseta de la Hierbabuena. Todas muy cerca de la ciudad y debidamente conservadas. 
Disfrutar de la playa en Colima, es una de las actividades que no hay que perderse. Para estar más en contacto con el turismo y disfrutar de todo tipo de comodidades, sin duda, la opción es Manzanillo y su playa de Las Hadas.


Uno de los establecimientos que entran en mi ranking de preferencias para descansar, es el Hotel Tesoro. Su bar acuático en la piscina central, y cualquier tipo de coctel recién hecho, en el todo incluido, inclinan siempre la balanza, para un fin de semana de auténtico relax.


Sin duda perderse por la costa de Colima, es una gran opción, 150 km de posibilidades que van de desde Barra Navidad, hasta Playa Boca de Apiza. Aunque algunas son más apropiadas para el surf, que para un baño al uso, las playas de Colima, cuentan con otro atractivo. El Paraíso, Boca de Pascuales o El Real más que para bañarse, ofrecen un marco idílico para comer frente a un mágico y natural escenario. Una tumbona, agua de Coco y camarones al mojo de ajo. Una delicia. (Los Camarones de Colima, son en tamaño como nuestros langostinos). Aproveche y dese un capricho con un rica mariscada playera. Distinta a la que nos podríamos imaginar, pero también muy buena.



Otras playas son más calmadas para el baño, Los Cocos, Isla de Navidad, Playa de Oro. No se sorprenda si ve que las mujeres se bañan vestidas. Aunque cada vez hay más que se apuntan al bañador, es cierto que muchas lo hacen en pantalón corto y camiseta. Aún no tengo muy claro si es por pudor o por proteger su cuerpo del Sol. 
Sabemos los isleños que el contacto con el mar, abre el apetito, un buen momento para degustar los ricos “platillos” que forman parte de la gastronomía colimense. Si se quiere un ambiente un poco más cuidado, el Charco de la Higuera es un sitio perfecto. No sólo está en el centro de la ciudad, sino que además ofrecen con el platillo colimote, la posibilidad de degustar algo de lo más tradicional; enchiladas dulces, flautas, sopitos, pozole.


Si se quiere algo un poco más rural, obligado visitar el Parque de la Piedra Lisa. Un raspado (hielo picado con sirope de sabor) y una tostada de cueritos. No se puede ir nadie de Colima, sin resbalarse por la Piedra Lisa, un monolitos de origen volcánico, que con el tiempo se ha convertido en tobogán, por el que dice la tradición, que si uno se resbala, se queda o regresa, así que ya que estamos aquí, es el momento.

Ya lo saben, cuando piensen en visitar México, tengan muy presente a Colima, un Estado pequeño, muy GRANDE.