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sábado, 3 de septiembre de 2016

¿Por qué viajamos solas?

Muchas son las razones que pueden llevar a una mujer de más de 40 años, a viajar sola; placer, divorcio, segunda juventud, necesidad de tiempo para si misma, incompatibilidad con los horarios o preferencias de sus amigos...  Tal vez los mismos motivos que a una de menos edad, pero con la nuestra se vive de otra manera y además este blog no va de ellas. 
En mi caso en particular lo hago por placer. Quiero disfrutar del tiempo a  mi ritmo, ver los rincones que me gustan  en detalle, y no tener que ceder siempre a los deseos o caprichos de los demás. Aunque me divierto cuando viajo con la gente que quiero, por lo común soy de las que siempre termina cediendo, de esas que se pueden ver de pronto en un estadio de fútbol cuando en realidad querría estar en el ballet, así que cuando me di cuenta de esto, cosa que aprendes y asumes con la edad, me dije; ¿Y por qué no viajar también  sola?  Pues por nada, así que ya me he lanzado a la aventura en varias ocasiones y preparo con ansia la próxima.  De verdad disfruto mucho de los viajes en solitario en los que casi siempre termino compartiendo alguna actividad con gentes del mundo que no conocía hasta ese momento, pero mentiría si no dijera que alguna vez me ha tocado hacerlo sola después de que el invitado en cuestión, rechazara la oferta. Y como otra de las cosas positivas que tiene tener más de cuarenta, respiras hondo, cuentas hasta tres y sigues haciendo la maleta.